Heather Jones

¿Miedo a los fantasmas? Estaría mintiendo si dijera que no lo tenía. Cuando era adolescente, recuerdo encender todas las luces de mi casa de Filadelfia cuando estaba sola, incluso en las habitaciones que no estaban ocupadas. Ponía música a todo volumen para ahogar los golpes al azar en la noche. Cuando iba al baño, corría a través de los tres pasos de pasillo oscuro para asegurarme de que nada podría agarrarme, y luego tiraba de la cortina de la ducha para comprobar que nada se ocultaba detrás de ella. Siempre sentí como si alguien más estuviera allí conmigo. Como adulta, realmente vi mi primer fantasma. Todavía recuerdo aquella mañana; los gatos se volvieron locos, rasguñando la puerta del baño mientras yo estaba en la ducha. Después, estaba a punto de planchar mi ropa para ir a trabajar ese día, cuando miré hacia arriba y vi una sombra de pie junto a la puerta. Sólo duró unos dos segundos, pero cambió mi vida para siempre.

Decidida a no volver a vivir mi infancia y tener miedo en mi propia casa, comencé a racionalizar lo que acababa de ver. Sólo porque estás muerto y sigues estando más o menos de vuelta, no eres automáticamente una amenaza. ¿Y si era un pariente favorito, que recientemente había fallecido? ¿Y si era un buen amigo mío? ¿Y si era un antiguo novio? De vez en cuando, veo que algo se mueve en la esquina de mi ojo, pero no hay nadie allí cuando vuelvo la cabeza. Nada que temer, ¿verdad?

Estoy escribiendo la saga The Ghost In My Bedroom como una manera de no tener miedo nunca más. Para cualquier otra persona que se esconda bajo las sábanas por la noche, con suerte, esto va a cambiar su perspectiva de las cosas también.

​

¡Visítala en            !